Desde hace mucho tiempo uno de mis sueños era poder visitar China, en especial Shanghái, ya que tenía entendido que era una de las ciudades más modernas y cosmopolitas no sólo en China, si no en el continente asiático. Y no hay mejor manera de cerciorarse que vivirlo.
Desde el momento que obtuve la beca para el summer camp, mis expectativas eran grandes, y éstas fueron sobrepasadas por una ciudad con tantos matices y lugares por conocer como Shanghái. Desde mi llegada al aeropuerto de Pudong y ser recibidos por las profesoras de SISU, marcaba el inicio de una estadía inolvidable.
En todo el trayecto de llegada a la universidad desde el aeropuerto, se podía percibir la emoción y alegría colectiva por parte de todos los becarios, que nos encontrábamos deslumbrados por ésta ciudad de amplio asfaltado, que parecía interminable. Llegamos a la universidad e hicimos el check-in en el hotel. La estancia en el SISU guesthouse fue muy grata, teniendo todo lo necesario para que podamos aprovechar la experiencia de estudio y conocimiento cultural que nos brindaba la universidad. Luego de la ceremonia de inauguración del programa, pudimos hacer un paseo de reconocimiento del campus Hongkou de SISU, el cual cuenta con comedor principal, restaurantes y tiendas de comida variadas para los estudiantes. Todos nos encontramos muy emocionados, conociendo el lugar de estudio mientras nos adaptábamos al calor de un verano en Shanghái.
La experiencia académica y cultural brindada por la universidad fue muy satisfactoria, organizada e interesante. Pude aprender sobre el cortado de papel chino, y disfruté mucho mis clases de Taichi. Si bien las clases teóricas en el nivel que me encontraba contaban con un nivel superior a lo esperado, la profesora fue muy didáctica y tuvo paciencia a la hora de dar las clases, las cuales culminaron satisfactoriamente y con una foto grupal el día de la clausura.
Lo más interesante de la vida en Shanghái es su sistema de transporte público. La infraestructura con la que cuenta el metro, más la cultura de metro de la población, hace que sea un sistema de transporte barato, rápido y conveniente. De ahí, la modernidad y el dinamismo de una ciudad en constante crecimiento, hacían de Shanghái un lugar para no aburrirse nunca. El poder visitar los edificios más altos de la ciudad, en especial el Shanghái Tower, el 2do más alto del mundo, es una experiencia que atesoraré por siempre. Y por último, conocer de la gastronomía local, en especial poder comer los famosos xiao long bao en LuJiaZui, fue un deleite y un lujo.
En conclusión, ésta experiencia ha sido única e irrepetible en mi vida, tanto por lo vivido en China como por los contactos y las amistades hechas entre nosotros los becarios y los estudiantes extranjeros en SISU. Nuevas amistades, unidas por el interés por China, su potencial y su futuro.
Agradezco formalmente la oportunidad que me dio el Instituto Confucio PUCP de haber podido viajar a China por primera vez y haber cumplido mi sueño de visitar Shanghái.
Espero poder regresar en el futuro, y conocer aún más de la República Popular China, pues creo que mi futuro está ligado a éste gran país